El término "analfabetismo emocional" fue acuñado por Claude Steiner para identificar a las personas que aunque sienten, como todo el mundo, no saben ni qué sienten, ni por qué lo sienten; al contrario que ocurre con el "alfabeto" emocional que sabe qué siente y por qué: su Adulto está en contacto con su Niño Natural y Adaptado y, por tanto, con sus emociones.
Un alfabeto emocional sabe que:
1.- Cada situación de la vida genera un sentimiento que es indicativo para poder analizar esa situación y catalogarla como agradable o desagradable. Con frecuencia las emociones nos previenen de peligros y dificultades. Por tanto las emociones son parte inseparable de la propia vida.
2.- Sentir, tener sentimientos y expresarlos no es una muestra de debilidad cómo frecuentemente se piensa. Las emociones son simplemente una función psicológica del mismo rango que recordar, imaginar, pensar, etc...
3.- Cuando una persona trata de ocultar sus sentimientos, realmente no engaña a nadie. Todos estamos especialmente a la expectativa de las manifestaciones emotivas de los demás, por mínimas que estas sean (gestos, movimientos de cabeza, levantar los hombros, morderse el labio, ruborizarse, temblar la voz, etc,...) y aunque el otro manifieste verbalmente lo contrario.
4.- La expresión auténtica de los sentimientos facilita la comunicación.
5.- Lo que expresamos con los sentimientos es más claro y concreto que una explicación grandiosa sobre el tema. Muchas discusiones estériles con grandes argumentaciones y racionalizaciones se solucionarían con expresar la emoción.
6.- Al confesar cual es el sentimiento ante una situación difícil, facilitamos encontrar una solución adecuada.
Para lograr la alfabetización emocional, Steiner recomendó varios pasos:
1.- Entrenarse en la expresión emocional antes de lanzarse a "tumba abierta".
2.- Expresarlas de acuerdo con la propia personalidad.
3.- Pedir permiso: preparar a nuestro interlocutor en vez de soltar la emoción a bocajarro como lo haría un niño.Así empleamos el Adulto como canal de comunicación. Ejemplo: "quiero que hablemos de un tema que me afecta mucho. ¿Podemos hacerlo ahora?.
4.- Intercambio adecuado de caricias
5.- Confrontación: en sus tres fases:
A- Descripción objetiva del comportamiento ajeno.
B- Descripción del sentimiento o proceso interno propio.
C- Explicación del proceso anterior.
Ejemplo: (A) Observo que te ríes, (B) esto me hace pensar que no me tomas en serio y (C) esta idea me hace sentirme enojado.
También es importante evitar errores frecuentes:
a.- Confundir conductas con la motivación subyacente.
b.- Confundir sentimientos con pensamientos.
c.- Escuchar deficientemente la expresión de emociones y conductas ajenas, tanto verbales como no verbales.
0 comentarios:
Publicar un comentario