martes, 20 de julio de 2010

Hábitos saludables para niños

FORMACIÓN DE HÁBITOS EN LOS NIÑOS

Saber comer

Hay una gran diversidad de factores que condicionan la alimentación de los seres humanos, como pueden ser el entorno familiar, el clima, el tipo de sociedad, la cultura, la religión, etc. Desde su nacimiento, el bebé adquiere unos hábitos alimentarios que lo marcarán para el resto de su vida.
¿Cuándo empiezan los hábitos alimentarios?Lo cierto es que los hábitos alimentarios se inician con la primera ingesta de la leche materna o preparada que toma el bebé. La madre procura acostumbrarle a sus tomas en unas horas determinadas, siguiendo un criterio propio o del pediatra. A medida que el niño va creciendo, estos hábitos adquieren una base más sólida.
¿Qué es la educación de los hábitos?
Es importante que el niño reciba una educación de estos hábitos, para que cuando se introduzca en la alimentación adulta pueda comer bien y equilibradamente. Por esta razón, la educación del entorno es fundamental. Esto significa que si la dieta de los adultos es variada y equilibrada, lo más seguro es que la del niño también lo será. Si por el contrario cada persona come por su cuenta o la compra de alimentos precocinados es habitual, difícilmente el niño llegará a tener una dieta equilibrada.
Está comprobado que cuando se cocina en casa los niños acaban prefiriendo una amplia variedad de alimentos.
Es muy importante recordar que una buena alimentación es necesaria para un buen crecimiento y también que una buena alimentación es la primera medicina preventiva.

¿La adaptación a nuevos gustos y texturas?
En el momento en que el niño deja de tomar únicamente leche y pasa a ingerir otros alimentos, como son los jugos, los caldos o las primeras papillas, necesitan un período de adaptación más o menos largo según la manera de ser de cada niño. Cuando pasa del cambio de textura líquida a la textura triturada, y más adelante a la desmenuzada, el grado de adaptación aumenta. Por este motivo, es importante que las personas que conviven con el pequeño estén implicadas y sigan unas mismas directrices: deben ser conscientes de que están educando la manera de comer y, por lo tanto, de alimentarle.
¿Cómo alimentar al bebé?
Es necesario tener un criterio propio sobre la alimentación del bebé, aspecto al que en la actualidad se le da suma importancia. Sin embargo, a menudo se cometen errores alimentarios, que pueden perjudicar el crecimiento y el estado de salud del niño.
Entre los pediatras suele haber puntos de vista diferentes sobre la edad en que deben introducirse alimentos sólidos sin triturar. Lo importante es seguir sus recomendaciones sobre la alimentación y la salud del bebé. Nunca debemos hacer caso de aquellas personas que creen saber más que los propios especialistas.


Como ya se ha comentado al principio, hay diversos factores por los que el niño empieza a adquirir unos hábitos concretos. Por ejemplo, los niños que van a los jardines infantiles suelen comer antes mayor variedad de alimentos. Está comprobado que un porcentaje muy elevado de niños de dos años que van a la escuela comen sin problemas la ensalada, a diferencia de la mayoría de los que a esta edad comen en casa. Lo mismo ocurre con el pescado y la verdura cocida.
Los principales errores alimentarios
Algunos errores alimentarios son propios de los países desarrollados, como dar al niño un exceso de proteína animal o de grasa, también de procedencia animal, y por el contrario darle muy pocas legumbres (carbohidratos compuestos). Esto se opone a la base de la dieta recomendada por los pediatras. Sabemos que es preciso controlar las grasas saturadas (de procedencia animal), pero a menudo se le da al niño un exceso de carne, que también contiene grasas saturadas en su composición. Algunas carnes llevan más que otras, pero aunque se saque toda la grasa visible de un bistec, siempre queda una parte.
Para una buena alimentación infantil es necesaria la proteína, que se encuentra en la carne, el pescado, los huevos, la leche y derivados como el yogur, el queso o los postres lácteos. Estos alimentos también contienen mayor o menor cantidad de grasas saturadas. No obstante, también se encuentra proteína en las legumbres, los cereales, las féculas y los frutos secos, que en general no llevan grasas o las llevan de procedencia vegetal que no son perjudiciales para la salud. Por otra parte, los cereales y las legumbres son ricas en fibras, necesarias para una buena evacuación.
Antes el estreñimiento era únicamente un problema de personas adultas; en la actualidad cada vez hay más niños con este problema.
Respetar los gustos personales del niño
Cada niño es diferente y tiene sus propios gustos. Debemos respetar que haya un alimento que no le guste, pero no se puede permitir que abandone una familia de alimentos. Por ejemplo, si no le gusta la leche, se le pueden dar yogures, flanes o queso; o si no le gustan los porotos verdes, se le pueden dar espinacas, acelgas, etc. Lo más importante es saber sustituir un alimento por otro de las mismas características nutritivas.
El niño está acostumbrado desde muy pequeño a los gustos tirando a dulces. A algunos niños les gusta el sabor dulce en exceso. A veces los culpables son los adultos, porque añaden un poco de azúcar a los primeros jugos o las papillas de fruta para que se las coman mejor. De esta manera tan sencilla al niño empieza a gustarle el azúcar y termina aficionándose a toda clase de alimentos dulces. Así pues, debemos procurar que esto no ocurra.
Otras maneras de alimentación y las dietas correctivas
Existe otro factor por el que el niño puede adquirir determinados hábitos alimentarios, como es el hecho de que las personas que conviven con él sigan un tipo de alimentación poco convencional (la dieta vegetariana, por ejemplo)..
Por otra parte hay niños que tienen que seguir dietas especiales debido a alguna enfermedad, como la diabetes, o las intolerancias al gluten, a la lactosa, la proteína de la leche, etc. Para estos niños es muy importante seguir la dieta prescrita por el especialista, ya que una dieta hecha a medida de sus necesidades es el factor principal para combatir o corregir la enfermedad.
Los gustos personales de las personas adultas
A veces se produce un caso curioso, y es que cuando a la persona que prepara la comida del niño no le gusta un alimento determinado, suele olvidarse de incluirlo, y por este motivo es posible que el niño deje de comerlo.

Los condimentos, los dulces y las golosinas
Otro aspecto a tener en cuenta es acostumbrar al niño a que las comidas no sean ni muy saladas ni mucho menos condimentadas, porque podrían perjudicar su aparato digestivo. Esto ocurre generalmente con la comida que se compra ya preparada o bien con alimentos precocinados. Por supuesto, es preciso tener más precaución con los dulces, como ya se ha comentado anteriormente. A los niños suelen encantarles las golosinas, el chocolate, los pastelitos industriales, los helados o simplemente el azúcar. Estos alimentos deben controlarse. No se pueden dar habitualmente por varias razones. Cuando son pequeños, lo más preocupante son las caries que pueden ocasionar dichos alimentos. Asimismo pueden provocar desarreglos glandulares con problemas de obesidad, e incluso causar problemas graves de salud, como un nivel alto de colesterol o la diabetes en niños de corta edad.

Los horarios de las comidas
Otro aspecto que condiciona los hábitos alimentarios son los horarios de las comidas. Es muy importante tener unos horarios fijos para comer. Cuando se trata del horario de las comidas del niño, las personas que conviven Con él deben tenerlo muy claro, ya que la variación de dicho horario puede provocar cierta inseguridad, tanto a la hora de comer como de levantarse, de hacer la siesta o ir a dormir. A medida que va creciendo, se puede ser más flexible. Sin embargo, para un bebé es importante que las diferentes tomas que hace a lo largo del día se produzcan con regularidad, porque podría darse el caso de que pasara demasiado tiempo entre las dos primeras y muy poco entre la segunda y la tercera, lo cual podría ocasionar una mala alimentación o que incluso dejara de comer por inapetencia. Además, si las tomas son demasiado espaciadas, el niño suele tener mal humor.
Recuerde que para que el niño adquiera unos hábitos alimentarios correctos desde pequeño es importante:
* Que estos hábitos alimentarios se eduquen.
* Que haya una coordinación de las personas que conviven con él a la hora de su alimentación.
* Que cuando empiece a comer otros alimentos que no sean leche materna o preparada, se tenga en cuenta en proceso de adaptación del niño.
* Que se sigan unos criterios propios bajo la prescripción del pediatra sobre su alimentación.
* Que no se confunda una buena alimentación con una alimentación excesiva o inadecuada.
* Que es importante respetar los gustos propios del niño, pero siempre dentro de lo que cabe.
* Que los horarios regulares de las comidas facilitan una buena alimentación.
* Y que una alimentación variada, adecuada y adaptada a las necesidades del niño, es la base de una buena salud.

jueves, 15 de julio de 2010

Empatía - Comprender mejor a los demás

¿ COMO AYUDAR A QUE SUS HIJOS MUESTREN MAYOR EMPATÍA?

Para que se preocupe por los demás y su conducta se coherente con estos sentimientos :

La amabilidad y la consideración son parte del código genético de su hijo. pero si estos rasgos no son alimentados, desaparecerán.


AUMENTE sus expectativas respecto de una conducta considerada y responsable en sus hijos.

Hay una palabra judía llamada menschlichkeit que significa responsabilidad fusionada con compasión, la sensación de que nuestras propias necesidades y deseos personales están limitados por las necesidades y los deseos de los demás. Un mensch actúa con moderación y humildad, mostrando siempre sensibilidad a los sentimientos y pensamientos de los demás, sintiendo una pasión genuina por aliviar el dolor y el sufrimiento de quienes le rodean.

· Si usted quiere que sus hijos se tornen más empáticos, atentos y responsables, entondes debe esperarlo de ellos.
· Debe establecer normas familiares claras y coherentes y no renunciar a ellas.
· Debe requerirles que sean responsables.
· Ya desde los tres años, debería esperarse que los niños se limpien a sí mismos e inclusive que ayuden en tareas simples, como poner la mesa.
· Las tareas domésticas y otras responsabilidades deberían aumentar con la edad, y no deberían ser atadas a recompensa alguna. Debería esperarse que los niños ayuden en la casa porque ayudar a los demás es correcto, recibir una mensualidad es una asunto totalmente distinto.
· Si usted quiere que su hijo sea atento, considerado y responsable, debe hacer algo simple: aumente la medida de sus expectativas. Ser un padre permisivo es fácil. Es fácil hacer la cama de su hijo o sus deberes escolares. Pero para criar niños más responsables, los padres debemos tornarnos más responsables y podemos comenzar a hacerlo dejando de lado la idea de que malcriar a nuestros hijos no los perjudicará. Sí lo hará.

ENSEÑELES A SUS HIJOS A PRACTICAR "ACTOS ALEATORIOS DE BONDAD".

"En nada se acercan más los hombres a los dioses que al hacer el bien para sus semejantes". Cicerón
Una de las formas más simples de enseñarles a los niños empatía es la práctica de "actos aleatorios de bondad", Por ejemplo, hay un libro: "Actos fortuitos de bondad", que contiene anécdotas sobre la forma en que actos simples de consideración y solicitud afectan la vida de las personas, como el caso de un estudiante universitario que recibió tarjetas postales anónimas y misteriosas por parte de la madre de un amigo que tornó más llevaderos sus primeros meses fuera de casa.
Se podría convertir a la bondad en un proyecto familiar. Un acto de bondad puede ser algo tan simple como sostenerle la puerta a alguien o llamar por teléfono a un amigo enfermo. Usted observará como a medida que se ponen en práctica estos pequeños actos, los niños se esmerarán más de lo habitual para llevar a acabo actos altruistas.

COMPROMETA A SUS HIJOS CON algun SERVICIO COMUNITARIO.
· Pertenecer a grupos de scouts, parroquiales o a comisiones escolares
· Trabajar en un comedor de beneficencia
· Formar parte de una organización para salvar especies en extinción.
· Trabajar en proyectos del vecindario
· Leerles a los ancianos en un geriátrico.
· Ser tutor de niños pequeños.
· Fabricar muñecos para niños enfermos.

Los factores claves para recordar cundo uno hace que el servivcio comunitario forme parte de la vida de sus hijos son :
· Elegir algo significativo para la familia.
· Lograr que el compromiso sea una prioridad en la vida de su hijo. No permitir que el interés decaiga.
· Participar en el proyecto con sus hijos en la mayor medida posible.

ESTALLIDOS DEL TEMPERAMENTO

Casi todos los bebés tienen estallidos temperamentales, entre 1 y 3 años de edad. Han adquirido sentido de sus propios deseos e individualidad. Cuando son frustrados, lo saben y se enojan. Sin embargo, por lo común, no atacan al padre que ha interferido con ellos. Tal vez el mayor le resulte demasiado importante y grande. Además, si instinto de pelea aún no está bien desarrollado.



Cuando el sentimiento de ira bulle dentro de ellos, no se les ocurre nada mejor que arrojarlo al suelo, junto con ellos mismos. Se tiran al piso gritando, y golpean con las manos y los pies, y quizá, con la cabeza.
· Un berrinche de tanto en tanto, no significa nada ; están relacionados con ciertas frustraciones.
· Si ocurren con regularidad, varias veces por día, podría significar que el niño está demasiado cansado o tiene alguna perturbación física crónica.
Las pataletas frecuentes, se deben , a menudo, al hecho de que los padres no han adquirido la habilidad de manejar al niño con tacto. Existen varias preguntas a formular :
· ¿Tiene el niño bastantes oportunidades de jugar, con libertad, al aire libre, en un sitio donde los padres no deben estar pendientes de él, y donde haya objetos que puedan arrastrar y de los que pueda tirar, o a los cuales treparse ?
· Dentro de la casa ¿Tiene suficientes juguetes y objetos domésticos, con los cuales jugar, está la casa acondicionada como para que los padres no deban prohibirle tocar cosas ?
· ¿Los padres lo inducen, sin advertirlo a armar alboroto, diciéndole que se coloque la camisa, en lugar de ponérsela sin hacer comentarios, preguntándole si desea ir al baño, en vez de llevarlo allí ?
· Cuando es necesario interrumpir su juego, para ir a comer, ¿lo frustran en forma directa, o atraen su atención sobre ello como algo agradable ?
· Cuando los padres ven que la tormenta se acerca, ¿lo enfrentan de modo directo, con severidad, o lo distraen con alguna otra cosa ?


No se pueden eludir todos los berrinches. Los padres no serían normales si tuvieran tanta paciencia y tanto taco. Cuando el escándalo se desata usted trata de tomarlo a la ligera y de ayudar a superarlo. Por cierto, usted no cede con debilidad y deja que el niño se salga con la suya ; de otro modo, provocaría berinches con frecuencia, adrede. Usted no discute con él, porque no está en condiciones de percibir lo equivocado de su conducta. Si usted se enoja, sólo lo impulsa a empecinarse en su posición. Déle una posibilidad de salida elegante. Un niño se apacigua con rapidez, si los padres se retiran y continúan con sus propias ocupaciones, de modo llano, como si ni pudieran ser molestados. Otro, más decidido y orgulloso, se empecina gritando y agitándose, durante una hora, hasta que sus padres hacen un gesto amistoso. Podrían aparecer con alguna sugerencia para hacer algo divertido, y un mimo, para demostrar que desean terminar con el alboroto, tan pronto como haya pasado lo peor
Que una niña arme un escándalo en la calle, resulta embarazoso. Tómela con una sonrisa, si puede forzarse a ello, y llévela a un sitio tranquilo, donde ambos puedan serenarse en privado.
Las rachas de contener el aliento, durante las cuales un niño puede tornarse azul e, inclusive, perder la conciencia por unos instantes, pueden ser una expresión de temperamento. Para los padres, resultan alarmantes, pero deben aprender a manipularlas con sensatez, tal como en el tema anterior, con el propósito de impedir que el niño lo utilice en forma deliberada, cada vez más.

COMUNICACIÓN EFECTIVA EN LA FAMILIA

Es definitivo que la comunicación influye en las relaciones humanas, condiciona nuestras vidas, es una necesidad inherente del ser humano para expresar lo que piensa y siente. Al comunicar estamos transmitiendo energía, la cual debemos enfocar hacia los mejores fines como son la unidad, la armonía, la paz, es decir al crecimiento y desarrollo de la persona en sus diferentes ámbitos.


Definitivamente evitaremos levantar las siguientes barreras:
Las palabras ofensivas, pues provocan una explosión de emociones hirientes para la otra persona.
El silencio, cuando se utiliza como excusa para no discutir un asunto, para no responder a preguntas o para mostrar desinterés.
Las críticas, pues producen una atmósfera negativa y tensa entre los miembros de la familia.
Las generalizaciones, pues cada hogar tiene sus reglas y especificaciones.
Falta de contacto visual, para que la comunicación sea real vea bien a los ojos y evite evasivas.
Los gritos, cuando se habla en voz alta, reclamando, censurando, se estropea el proceso de comunicación, de vez en cuando hay que permitir la toma de decisiones por parte de los miembros de su familia, y aceptarlas tranquilamente aunque no le gusten totalmente.
No escuchar, cuando interrumpimos constantemente, cuando estamos a la defensiva y despreciamos las ideas y sentimientos de la otra persona.

Emocionalismo, al comunicarnos, la rabia o emociones negativas no deben prevalecer, al acusar incrementamos problemas y sufrimientos resultando así más difícil la reconciliación y el perdón.

Jim Jam & Sunny - Las emociones