martes, 20 de julio de 2010

Hábitos saludables para niños

FORMACIÓN DE HÁBITOS EN LOS NIÑOS

Saber comer

Hay una gran diversidad de factores que condicionan la alimentación de los seres humanos, como pueden ser el entorno familiar, el clima, el tipo de sociedad, la cultura, la religión, etc. Desde su nacimiento, el bebé adquiere unos hábitos alimentarios que lo marcarán para el resto de su vida.
¿Cuándo empiezan los hábitos alimentarios?Lo cierto es que los hábitos alimentarios se inician con la primera ingesta de la leche materna o preparada que toma el bebé. La madre procura acostumbrarle a sus tomas en unas horas determinadas, siguiendo un criterio propio o del pediatra. A medida que el niño va creciendo, estos hábitos adquieren una base más sólida.
¿Qué es la educación de los hábitos?
Es importante que el niño reciba una educación de estos hábitos, para que cuando se introduzca en la alimentación adulta pueda comer bien y equilibradamente. Por esta razón, la educación del entorno es fundamental. Esto significa que si la dieta de los adultos es variada y equilibrada, lo más seguro es que la del niño también lo será. Si por el contrario cada persona come por su cuenta o la compra de alimentos precocinados es habitual, difícilmente el niño llegará a tener una dieta equilibrada.
Está comprobado que cuando se cocina en casa los niños acaban prefiriendo una amplia variedad de alimentos.
Es muy importante recordar que una buena alimentación es necesaria para un buen crecimiento y también que una buena alimentación es la primera medicina preventiva.

¿La adaptación a nuevos gustos y texturas?
En el momento en que el niño deja de tomar únicamente leche y pasa a ingerir otros alimentos, como son los jugos, los caldos o las primeras papillas, necesitan un período de adaptación más o menos largo según la manera de ser de cada niño. Cuando pasa del cambio de textura líquida a la textura triturada, y más adelante a la desmenuzada, el grado de adaptación aumenta. Por este motivo, es importante que las personas que conviven con el pequeño estén implicadas y sigan unas mismas directrices: deben ser conscientes de que están educando la manera de comer y, por lo tanto, de alimentarle.
¿Cómo alimentar al bebé?
Es necesario tener un criterio propio sobre la alimentación del bebé, aspecto al que en la actualidad se le da suma importancia. Sin embargo, a menudo se cometen errores alimentarios, que pueden perjudicar el crecimiento y el estado de salud del niño.
Entre los pediatras suele haber puntos de vista diferentes sobre la edad en que deben introducirse alimentos sólidos sin triturar. Lo importante es seguir sus recomendaciones sobre la alimentación y la salud del bebé. Nunca debemos hacer caso de aquellas personas que creen saber más que los propios especialistas.


Como ya se ha comentado al principio, hay diversos factores por los que el niño empieza a adquirir unos hábitos concretos. Por ejemplo, los niños que van a los jardines infantiles suelen comer antes mayor variedad de alimentos. Está comprobado que un porcentaje muy elevado de niños de dos años que van a la escuela comen sin problemas la ensalada, a diferencia de la mayoría de los que a esta edad comen en casa. Lo mismo ocurre con el pescado y la verdura cocida.
Los principales errores alimentarios
Algunos errores alimentarios son propios de los países desarrollados, como dar al niño un exceso de proteína animal o de grasa, también de procedencia animal, y por el contrario darle muy pocas legumbres (carbohidratos compuestos). Esto se opone a la base de la dieta recomendada por los pediatras. Sabemos que es preciso controlar las grasas saturadas (de procedencia animal), pero a menudo se le da al niño un exceso de carne, que también contiene grasas saturadas en su composición. Algunas carnes llevan más que otras, pero aunque se saque toda la grasa visible de un bistec, siempre queda una parte.
Para una buena alimentación infantil es necesaria la proteína, que se encuentra en la carne, el pescado, los huevos, la leche y derivados como el yogur, el queso o los postres lácteos. Estos alimentos también contienen mayor o menor cantidad de grasas saturadas. No obstante, también se encuentra proteína en las legumbres, los cereales, las féculas y los frutos secos, que en general no llevan grasas o las llevan de procedencia vegetal que no son perjudiciales para la salud. Por otra parte, los cereales y las legumbres son ricas en fibras, necesarias para una buena evacuación.
Antes el estreñimiento era únicamente un problema de personas adultas; en la actualidad cada vez hay más niños con este problema.
Respetar los gustos personales del niño
Cada niño es diferente y tiene sus propios gustos. Debemos respetar que haya un alimento que no le guste, pero no se puede permitir que abandone una familia de alimentos. Por ejemplo, si no le gusta la leche, se le pueden dar yogures, flanes o queso; o si no le gustan los porotos verdes, se le pueden dar espinacas, acelgas, etc. Lo más importante es saber sustituir un alimento por otro de las mismas características nutritivas.
El niño está acostumbrado desde muy pequeño a los gustos tirando a dulces. A algunos niños les gusta el sabor dulce en exceso. A veces los culpables son los adultos, porque añaden un poco de azúcar a los primeros jugos o las papillas de fruta para que se las coman mejor. De esta manera tan sencilla al niño empieza a gustarle el azúcar y termina aficionándose a toda clase de alimentos dulces. Así pues, debemos procurar que esto no ocurra.
Otras maneras de alimentación y las dietas correctivas
Existe otro factor por el que el niño puede adquirir determinados hábitos alimentarios, como es el hecho de que las personas que conviven con él sigan un tipo de alimentación poco convencional (la dieta vegetariana, por ejemplo)..
Por otra parte hay niños que tienen que seguir dietas especiales debido a alguna enfermedad, como la diabetes, o las intolerancias al gluten, a la lactosa, la proteína de la leche, etc. Para estos niños es muy importante seguir la dieta prescrita por el especialista, ya que una dieta hecha a medida de sus necesidades es el factor principal para combatir o corregir la enfermedad.
Los gustos personales de las personas adultas
A veces se produce un caso curioso, y es que cuando a la persona que prepara la comida del niño no le gusta un alimento determinado, suele olvidarse de incluirlo, y por este motivo es posible que el niño deje de comerlo.

Los condimentos, los dulces y las golosinas
Otro aspecto a tener en cuenta es acostumbrar al niño a que las comidas no sean ni muy saladas ni mucho menos condimentadas, porque podrían perjudicar su aparato digestivo. Esto ocurre generalmente con la comida que se compra ya preparada o bien con alimentos precocinados. Por supuesto, es preciso tener más precaución con los dulces, como ya se ha comentado anteriormente. A los niños suelen encantarles las golosinas, el chocolate, los pastelitos industriales, los helados o simplemente el azúcar. Estos alimentos deben controlarse. No se pueden dar habitualmente por varias razones. Cuando son pequeños, lo más preocupante son las caries que pueden ocasionar dichos alimentos. Asimismo pueden provocar desarreglos glandulares con problemas de obesidad, e incluso causar problemas graves de salud, como un nivel alto de colesterol o la diabetes en niños de corta edad.

Los horarios de las comidas
Otro aspecto que condiciona los hábitos alimentarios son los horarios de las comidas. Es muy importante tener unos horarios fijos para comer. Cuando se trata del horario de las comidas del niño, las personas que conviven Con él deben tenerlo muy claro, ya que la variación de dicho horario puede provocar cierta inseguridad, tanto a la hora de comer como de levantarse, de hacer la siesta o ir a dormir. A medida que va creciendo, se puede ser más flexible. Sin embargo, para un bebé es importante que las diferentes tomas que hace a lo largo del día se produzcan con regularidad, porque podría darse el caso de que pasara demasiado tiempo entre las dos primeras y muy poco entre la segunda y la tercera, lo cual podría ocasionar una mala alimentación o que incluso dejara de comer por inapetencia. Además, si las tomas son demasiado espaciadas, el niño suele tener mal humor.
Recuerde que para que el niño adquiera unos hábitos alimentarios correctos desde pequeño es importante:
* Que estos hábitos alimentarios se eduquen.
* Que haya una coordinación de las personas que conviven con él a la hora de su alimentación.
* Que cuando empiece a comer otros alimentos que no sean leche materna o preparada, se tenga en cuenta en proceso de adaptación del niño.
* Que se sigan unos criterios propios bajo la prescripción del pediatra sobre su alimentación.
* Que no se confunda una buena alimentación con una alimentación excesiva o inadecuada.
* Que es importante respetar los gustos propios del niño, pero siempre dentro de lo que cabe.
* Que los horarios regulares de las comidas facilitan una buena alimentación.
* Y que una alimentación variada, adecuada y adaptada a las necesidades del niño, es la base de una buena salud.

jueves, 15 de julio de 2010

Empatía - Comprender mejor a los demás

¿ COMO AYUDAR A QUE SUS HIJOS MUESTREN MAYOR EMPATÍA?

Para que se preocupe por los demás y su conducta se coherente con estos sentimientos :

La amabilidad y la consideración son parte del código genético de su hijo. pero si estos rasgos no son alimentados, desaparecerán.


AUMENTE sus expectativas respecto de una conducta considerada y responsable en sus hijos.

Hay una palabra judía llamada menschlichkeit que significa responsabilidad fusionada con compasión, la sensación de que nuestras propias necesidades y deseos personales están limitados por las necesidades y los deseos de los demás. Un mensch actúa con moderación y humildad, mostrando siempre sensibilidad a los sentimientos y pensamientos de los demás, sintiendo una pasión genuina por aliviar el dolor y el sufrimiento de quienes le rodean.

· Si usted quiere que sus hijos se tornen más empáticos, atentos y responsables, entondes debe esperarlo de ellos.
· Debe establecer normas familiares claras y coherentes y no renunciar a ellas.
· Debe requerirles que sean responsables.
· Ya desde los tres años, debería esperarse que los niños se limpien a sí mismos e inclusive que ayuden en tareas simples, como poner la mesa.
· Las tareas domésticas y otras responsabilidades deberían aumentar con la edad, y no deberían ser atadas a recompensa alguna. Debería esperarse que los niños ayuden en la casa porque ayudar a los demás es correcto, recibir una mensualidad es una asunto totalmente distinto.
· Si usted quiere que su hijo sea atento, considerado y responsable, debe hacer algo simple: aumente la medida de sus expectativas. Ser un padre permisivo es fácil. Es fácil hacer la cama de su hijo o sus deberes escolares. Pero para criar niños más responsables, los padres debemos tornarnos más responsables y podemos comenzar a hacerlo dejando de lado la idea de que malcriar a nuestros hijos no los perjudicará. Sí lo hará.

ENSEÑELES A SUS HIJOS A PRACTICAR "ACTOS ALEATORIOS DE BONDAD".

"En nada se acercan más los hombres a los dioses que al hacer el bien para sus semejantes". Cicerón
Una de las formas más simples de enseñarles a los niños empatía es la práctica de "actos aleatorios de bondad", Por ejemplo, hay un libro: "Actos fortuitos de bondad", que contiene anécdotas sobre la forma en que actos simples de consideración y solicitud afectan la vida de las personas, como el caso de un estudiante universitario que recibió tarjetas postales anónimas y misteriosas por parte de la madre de un amigo que tornó más llevaderos sus primeros meses fuera de casa.
Se podría convertir a la bondad en un proyecto familiar. Un acto de bondad puede ser algo tan simple como sostenerle la puerta a alguien o llamar por teléfono a un amigo enfermo. Usted observará como a medida que se ponen en práctica estos pequeños actos, los niños se esmerarán más de lo habitual para llevar a acabo actos altruistas.

COMPROMETA A SUS HIJOS CON algun SERVICIO COMUNITARIO.
· Pertenecer a grupos de scouts, parroquiales o a comisiones escolares
· Trabajar en un comedor de beneficencia
· Formar parte de una organización para salvar especies en extinción.
· Trabajar en proyectos del vecindario
· Leerles a los ancianos en un geriátrico.
· Ser tutor de niños pequeños.
· Fabricar muñecos para niños enfermos.

Los factores claves para recordar cundo uno hace que el servivcio comunitario forme parte de la vida de sus hijos son :
· Elegir algo significativo para la familia.
· Lograr que el compromiso sea una prioridad en la vida de su hijo. No permitir que el interés decaiga.
· Participar en el proyecto con sus hijos en la mayor medida posible.

ESTALLIDOS DEL TEMPERAMENTO

Casi todos los bebés tienen estallidos temperamentales, entre 1 y 3 años de edad. Han adquirido sentido de sus propios deseos e individualidad. Cuando son frustrados, lo saben y se enojan. Sin embargo, por lo común, no atacan al padre que ha interferido con ellos. Tal vez el mayor le resulte demasiado importante y grande. Además, si instinto de pelea aún no está bien desarrollado.



Cuando el sentimiento de ira bulle dentro de ellos, no se les ocurre nada mejor que arrojarlo al suelo, junto con ellos mismos. Se tiran al piso gritando, y golpean con las manos y los pies, y quizá, con la cabeza.
· Un berrinche de tanto en tanto, no significa nada ; están relacionados con ciertas frustraciones.
· Si ocurren con regularidad, varias veces por día, podría significar que el niño está demasiado cansado o tiene alguna perturbación física crónica.
Las pataletas frecuentes, se deben , a menudo, al hecho de que los padres no han adquirido la habilidad de manejar al niño con tacto. Existen varias preguntas a formular :
· ¿Tiene el niño bastantes oportunidades de jugar, con libertad, al aire libre, en un sitio donde los padres no deben estar pendientes de él, y donde haya objetos que puedan arrastrar y de los que pueda tirar, o a los cuales treparse ?
· Dentro de la casa ¿Tiene suficientes juguetes y objetos domésticos, con los cuales jugar, está la casa acondicionada como para que los padres no deban prohibirle tocar cosas ?
· ¿Los padres lo inducen, sin advertirlo a armar alboroto, diciéndole que se coloque la camisa, en lugar de ponérsela sin hacer comentarios, preguntándole si desea ir al baño, en vez de llevarlo allí ?
· Cuando es necesario interrumpir su juego, para ir a comer, ¿lo frustran en forma directa, o atraen su atención sobre ello como algo agradable ?
· Cuando los padres ven que la tormenta se acerca, ¿lo enfrentan de modo directo, con severidad, o lo distraen con alguna otra cosa ?


No se pueden eludir todos los berrinches. Los padres no serían normales si tuvieran tanta paciencia y tanto taco. Cuando el escándalo se desata usted trata de tomarlo a la ligera y de ayudar a superarlo. Por cierto, usted no cede con debilidad y deja que el niño se salga con la suya ; de otro modo, provocaría berinches con frecuencia, adrede. Usted no discute con él, porque no está en condiciones de percibir lo equivocado de su conducta. Si usted se enoja, sólo lo impulsa a empecinarse en su posición. Déle una posibilidad de salida elegante. Un niño se apacigua con rapidez, si los padres se retiran y continúan con sus propias ocupaciones, de modo llano, como si ni pudieran ser molestados. Otro, más decidido y orgulloso, se empecina gritando y agitándose, durante una hora, hasta que sus padres hacen un gesto amistoso. Podrían aparecer con alguna sugerencia para hacer algo divertido, y un mimo, para demostrar que desean terminar con el alboroto, tan pronto como haya pasado lo peor
Que una niña arme un escándalo en la calle, resulta embarazoso. Tómela con una sonrisa, si puede forzarse a ello, y llévela a un sitio tranquilo, donde ambos puedan serenarse en privado.
Las rachas de contener el aliento, durante las cuales un niño puede tornarse azul e, inclusive, perder la conciencia por unos instantes, pueden ser una expresión de temperamento. Para los padres, resultan alarmantes, pero deben aprender a manipularlas con sensatez, tal como en el tema anterior, con el propósito de impedir que el niño lo utilice en forma deliberada, cada vez más.

COMUNICACIÓN EFECTIVA EN LA FAMILIA

Es definitivo que la comunicación influye en las relaciones humanas, condiciona nuestras vidas, es una necesidad inherente del ser humano para expresar lo que piensa y siente. Al comunicar estamos transmitiendo energía, la cual debemos enfocar hacia los mejores fines como son la unidad, la armonía, la paz, es decir al crecimiento y desarrollo de la persona en sus diferentes ámbitos.


Definitivamente evitaremos levantar las siguientes barreras:
Las palabras ofensivas, pues provocan una explosión de emociones hirientes para la otra persona.
El silencio, cuando se utiliza como excusa para no discutir un asunto, para no responder a preguntas o para mostrar desinterés.
Las críticas, pues producen una atmósfera negativa y tensa entre los miembros de la familia.
Las generalizaciones, pues cada hogar tiene sus reglas y especificaciones.
Falta de contacto visual, para que la comunicación sea real vea bien a los ojos y evite evasivas.
Los gritos, cuando se habla en voz alta, reclamando, censurando, se estropea el proceso de comunicación, de vez en cuando hay que permitir la toma de decisiones por parte de los miembros de su familia, y aceptarlas tranquilamente aunque no le gusten totalmente.
No escuchar, cuando interrumpimos constantemente, cuando estamos a la defensiva y despreciamos las ideas y sentimientos de la otra persona.

Emocionalismo, al comunicarnos, la rabia o emociones negativas no deben prevalecer, al acusar incrementamos problemas y sufrimientos resultando así más difícil la reconciliación y el perdón.

Jim Jam & Sunny - Las emociones

HABLANDO DE LAS EMOCIONES.

Cuanto más reducido sea nuestro vocabulario emocional, no sólo nos quedaremos mudos en lo que se refiere a las emociones, sino también sordos y ciegos : mudo, porque no podremos hablar acerca de nuestros sentimientos ; sordos, porque no podremos prestar oídos a nuestro mundo emocional ; ciegos, porque no percibiremos las emociones de los demás.

LLAMAR A LAS EMOCIONES POR SU NOMBRE
Florián tiene un año. Está construyendo una torre con cubos de madera. Cuando la torre se derrumba, el pequeño se echa a llorar. Su madre lo toma en brazos y le dice : 'Ya sé que ahora estás muy enojado'. Al hacerlo, adopta la misma expresión del rostro de su pequeño hijo.


La madre da un nombre a la emoción de su hijo mucho antes de que éste ni siquiera sepa hablar. De esta manera, va aportándole conceptos que el niño puede relacionar con la experiencia emocional que está sintiendo. Mientras lo hace, también ella adopta una e xpresión facial que manifiesta enojo. En el rostro de la madre, Florian puede comprobar qué aspecto tiene el enojo. Cuando estos procesos se repiten, el niño aprende poco a poco que el enfado siempre produce la misma emoción y tiene el mismo aspecto : puede relacionar la palabra con una determinada imagen : se pone una 'etiqueta' a la emoción, se le da un nombre. Si la madre (o el padre) no verbalizara las emociones del niño y no le comunicara también -siempre que fuera posible- sus propias emociones, el vocabulario del niño, tanto activo como pasivo, tendrá considerables lagunas en el ámbito emocional.

INTELIGENCIA EMOCIONAL : sinonimo de madurez.

La violencia provocada por los jóvenes preocupa. ¿ qué es lo que está fallando en la crianza de los niños?
Mientras que los comunicadores culpan a los juegos de video y la televisión, los educadores a la falta de orientación cívica y moral en las escuelas, los sicólogos apuntan hacia un aspecto fundamental del desarrollo de la personalidad.
Antes lo llamaban madurez, pero ahora es calificado de inteligencia emocional y hasta existen pruebas que miden el coeficiente emocional (EQ).
"Estamos criando un montón de niños sin disciplina por ideas mal entendidas de dejar al niño hacer lo que quiera", afirma María C. Fernández, psicóloga de la Universidad de Miami que labora en el Mailman Center for Child Development.
A su juicio, la forma ideal de desarrollar la Inteligencia Emocional es mediante la crianza en el hogar en el que los padres logren hacerlo con un equilibrio del amor y la disciplina.
"Uno trata de que el niño se desarrolle emocionalmente y que sea feliz en la vida, son cosas básicas y normales", apunta la experta en sicología infantil. "Para lograr el desarrollo del niño es indispensable el amor y la disciplina. Los dos tienen que ir de la mano".
Otros hasta discuten si la Inteligencia Emocional es un potencial innato o si constituye un grupo de habilidades, competencias, o destrezas que se aprenden.

También hay especialistas que afirman que, al igual que ocurre con todos los otros tipos de inteligencia, existen aspectos de desarrollo en el aprendizaje de cómo utilizar esta inteligencia. Y la habilidad de usarla varía de situación a situación y de día a día.
Según investigaciones recientes, los niños con una Inteligencia Emocional alta aprenden mejor, tienen menos problemas de conducta, se sienten mejor sobre sí mismos, tienen mayor facilidad de resistir las presiones de sus contemporáneos, son menos violentos y tienen más empatía, a la vez que resuelven mejor los conflictos.

Otras características de los niños emocionalmente inteligentes es que tienen menos probabilidades den recurrir a una conducta autodestructiva, (como drogas, alcohol, embarazo adolescente), tienen más amigos, gozan de mayor capacidad para controlar los impulsos y son más felices, saludables y exitosos.
"La inteligencia emocional es lo que antes se llamaba sabiduría, o madurez, o instinto social", explica la psicóloga Gilda Moreno, del Miami Children Hospital. "Es poder desarrollarse bien dentro de su ambiente de una manera inteligente, porque la vida es un equilibrio, y si uno tiene ese balance emocional es más fácil alcanzar la felicidad".

Los padres deben entender "que a los niños hay que hablarles mucho, y hoy día nadie les está hablando", excepto la televisión, Internet y los amigos.
Lo más indispensable, asegura Moreno, es que los padres mantengan una buena comunicación con sus hijos.
"Si uno no deja que los niños hablen, no sabemos qué lo que están pensando. No hablarles en tono de sermón, pero sí en un tono de que los adultos podemos ayudarlos a encontrar su propia manera de pensar".

LOS CELOS DE LOS NIÑOS

El tratar de eliminar los celos por completo es como tratar de evitar que el niño pesque jamás un resfrío común. Algo que no se puede hacer. Los celos forman parte indivisible de la vida. Todos hemos sentido sus tormentos, y sabemos que los celos desembocan en sentimientos y conductas que causan angustia. Nuestra experiencia personal y la negativa de nuestra cultura a aceptar los sentimientos negativos en general nos llevan a enseñar a los niños que los celos son una equivocación. Sin embargo, ellos siguen alentando el sentimiento a pesar de nuestros mejores sermones, y aun cuando en el proceso se sientan culpables y menos valiosos. Raras son las personas que ven en los celos la máscara que realmente son.


LO QUE DICEN LOS CELOS
¿Qué tiene que tener otra persona para que sintamos celos de ella ? ¿Más habilidad, más atractivo, más confianza en sí misma ? ¿Más prestigio, status o dinero ? EN realidad lo que produce este sentimiento es inmaterial : el hecho es que

LOS CELOS SE PRODUCEN CUANDO NOS SENTIMOS EN DESVENTAJA.


Para quien se siente seguro en lo más alto de los terrenos de la vida que le interesan, los celos no existen. Esta emoción enmascara la convicción de que somos desafortunados. Es la angustia, que grita : 'Me siento amenazado, engañado, inseguro o excluido'. También puede significar : 'Temo compartirte por miedo de que no regreses conmigo', y hasta 'No me agrado a mí mismo'.


Intenso y generalizado o suave y parcial, el sentimiento de los celos significa que uno se siente por debajo de lo que le resulta cómodo. EL QUE LA DESVENTAJA SEA REAL O IMAGINARIA NO IMPORTA. Los celos son siempre reales para la persona que los siente.


POR QUÉ SIENTEN LOS NIÑOS


La naturaleza misma de la vida familiar presenta desventajas intrínsecas para los hermanos. Todo niño anhela el amor y la atención exclusivos de sus padres ; quiere ser amado al máximo. Este anhelo hace inevitables los celos en familia.
Basta imaginar la vida en una sociedad que permita la poligamia para apreciar la situación en que se encuentra los niños. En esas sociedades, las rivalidades entre esposas presentan un verdadero problema. Para alcanzar la posición de favorita, las mujeres recurren a toda clase de maniobras. Imaginemos ser una mujer que viva en esa cultura. ¿Acaso no nos gustaría ocupar la posición número uno, o por lo menos tener de vez en cuando pruebas de que todavía ocupamos un lugar elevado en el afecto de nuestro esposo ? ¿No buscaríamos la oportunidad de aguijonear a nuestras rivales y crear problemas ? Lo más probable es que anheláramos deshacernos de ellas, que serían como espinas en nuestras vidas.
Los niños se encuentran precisamente en esa posición. Robertito ve cómo su madre emplea largas horas en cubrir las necesidades de su hermano recién nacido, y los celos comienzan a morderlo. La enrulada Juanita ve como su madre arregla todas las noches el pelo de su hermana, y le gustaría tener una excusa para recibir la misma atención. Sara nota cómo su hermana realiza sus tareas escolares en un santiamén, mientras que para ella, cada renglón es una batalla.
Todo niño vive en cierta medida a la sombra de otro niño de la familia, y se siente en desventaja respecto del otro en algún típico. Ni el hijo único está libre de este sentimiento. Este se siente celoso de otros chicos, y acaso desearía tener hermanos y hermanas. Tal vez envidie la atención que sus padres se dispensan el uno al otro.
Los celos son cosa tan normal, que el hecho de que los hermanos sean siempre comprensivos y considerados entre sí puede querer decir que no sienten la seguridad necesaria para expresar sus verdaderas sentimientos. En el extremo opuesto, cuando los celos componen el tema principal de la vida de un niño, éste se encuentra en dificultades. Cualquiera de las dos situaciones -la falta completa de celos y la presencia constante de los mismos- significa que el niño necesita ayuda.
La meta ha de consistir no en eliminar por completo su presencia, sino en reducir el número de las situaciones que los causan, y en trabajar CON el sentimiento cuando éste se presente.


VENTAJAS DE LA RIVALIDAD
Tal vez parezca que las rivalidades entre niños no produjeran beneficios. Sin embargo, los hermanos ayudan al niño a enfrentar una de las realidades de la vida : uno no puede recibir atención exclusiva, ni gozar de todas las ventajas. Es esta una lección difícil, especialmente para el niño pequeño, que tiene que aprender que el amor no es como los pasteles : el amor compartido no tiene por qué significar MENOS amor.
Los hermanos ayudan al niño a dar y tomar dentro del círculo familiar. Le brindan experiencias invalorables en cuanto a compartir y comprometerse, lecciones cuya mayor parte debe el hijo único aprender fuera del hogar. /Y cuando las rivalidades se manejan constructivamente, el chico aprende que las fuerzas de los demás nada quitan a su propio valor como persona.
Las rivalidades familiares normales amenguan la egocentricidad infantil, y desarrollan fuerzas y recursos internos. Por incómodas que sean, brindan experiencia en el trato con los demás.


REDUCCIÓN DE LOS CELOS


Como en el caso de la ira, es prudente reducir la cantidad de ocasiones en que el niño se siente en desventaja. En término primero y principal, cuando se ayuda la chico a elevar su autoestima, se aminora su convicción de ser desafortunado. La confianza en sí mismo es un baluarte contra el sentimiento de estar por debajo de todos los demás. EL niño convencido de su propio valor se siente menos amenazado por las ventajas de los demás. Y puede tolerar el tener que compartir el afecto de sus padres, porque sabe que posee un sólido lugar en los corazones de éstos.
El jovencito que se supone inepto y poco valioso se siente dominado por los celos la mayor parte del tiempo. Sin fe en sí mismo, se siente defraudado a cada instante. Tiene que arrebatar lo que pueda, y buscar oportunidades para disminuir a los demás. No puede darse el lujo de compartir el tiempo y la atención de sus mayores.
Todo niño se lleva mejor con los demás -incluso sus hermanos- cuando gusta de sí mismo y está en paz consigo mismo.


LOS NIÑOS QUE SE AUTORRESPETAN SON CELOSOS MENOS A MENUDO.

jueves, 1 de julio de 2010

¿ De qué se trata la autoestima?

Para entender la autoestima, nos ayudará el descomponer el término en dos palabras. Veamos, en primer lugar, la palabra estima. Estima es una palabra extravagante que expresa que alguien o algo son importantes o que se da valor a esa persona o cosa. Por ejemplo, si realmente admiras al papá de tu amigo porque ofrece sus servicios como voluntario en el cuerpo de bomberos, significa que lo tienes en gran estima. Y el trofeo especial para el mejor jugador de un equipo se denomina, por lo general, "estimado trofeo". Eso significa que el trofeo representa un logro importante. Y auto significa, bueno… ¡tú mismo! Así que une ambas palabras y será más fácil entender qué es la autoestima. Se refiere a cuánto te valoras a ti mismo y lo importante que te consideras. Hace referencia a cómo te ves a ti mismo y cómo te sientes por tus logros.


La autoestima no significa alardear de lo maravilloso que eres sino, más bien, saber discretamente que vales mucho (de hecho, ¡que no tienes precio!). No se trata de pensar que eres perfecto ―porque nadie lo es― sino de saber que eres digno de ser amado y aceptado.

Por qué es importante la autoestima

La autoestima no es como ese par de zapatillas padrísimas que te encantaría tener pero que no necesitas. Un niño necesita tener autoestima. La alta autoestima es importante porque te ayuda a mantener la cabeza bien alta y a sentirte orgulloso de ti mismo y de lo que puedes hacer. Te proporciona valor para experimentar cosas nuevas y el poder de creer en ti mismo. Te permite respetarte a ti mismo, incluso cuando cometes errores. Y cuando te respetas a ti mismo, por lo general, los adultos y otros niños también suelen respetarte.
La alta autoestima también es tu pasaporte para tomar buenas decisiones relacionadas con tu mente y tu cuerpo. Si crees que eres importante, es menos probable que te dejes arrastrar por tus amigos cuando hacen alguna tontería o algo peligroso. Si tienes una alta autoestima, sabes que eres lo suficientemente inteligente como para decidir por ti mismo. Valoras tu seguridad, tus sentimientos, tu salud… ¡todo tu ser! La alta autoestima te ayuda a saber que cada parte de ti merece ser cuidada y protegida.

Cómo adquieren los niños su autoestima

Los bebés no se ven a sí mismos de forma buena o mala. No piensan: "¡Soy genial!" cuando sueltan un buen eructo o "¡Oh, no, este pañal hace que mis piernas se vean raras!". Más bien, las personas cercanas al bebé le ayudan a desarrollar su autoestima. ¿Cómo? Animándole cuando aprende a gatear, caminar o hablar. A menudo, le dicen: "¡Buen trabajo. Bien hecho!". Cuando las personas cuidan bien de un bebé, también les ayuda a sentirse amados y valiosos.
Cuando los niños crecen, pueden tener un papel más importante en el desarrollo de su autoestima. Los logros ―como conseguir buenas notas en un examen o formar parte del equipo de fútbol estelar― son cosas de las que un niño puede sentirse orgulloso, así como tener un buen sentido del humor o ser un buen amigo.
La familia de un niño y otras personas de su entorno (como entrenadores, compañeros de equipo y compañeros de clase) también pueden elevar su autoestima. Pueden ayudar a un niño a aprender a hacer las cosas o a darse cuenta de sus cualidades. Pueden creer en el niño y animarlo a volver a intentar algo que no le salió bien la primera vez. Todo es parte de ese aprendizaje que les hará verse a sí mismos de forma positiva, sentirse orgullosos de lo que han hecho y seguros de que pueden hacer mucho más.

Sobre la baja autoestima

Quizá conozcas a niños con baja autoestima que no tienen muy buena opinión sobre sí mismos o que parecen criticarse demasiado. O quizá tú tienes una baja autoestima y casi nunca te sientes bien contigo mismo o crees que no eres importante.
A veces, un niño tendrá baja autoestima si sus padres no le animan lo suficiente o si se grita mucho en casa. Otras veces, la autoestima de un niño puede resentirse en el salón de clase. Un maestro puede hacer que un niño sienta que es tonto o quizás le acose algún compañero.
Para algunos niños, es posible que las clases les resulten tan difíciles que no puedan mantener el nivel exigido o sacar las notas que esperaban. Eso puede hacer que se sientan mal consigo mismos y dañar su autoestima. Su autoestima mejorará cuando un maestro, tutor u orientador les anime, tenga paciencia con ellos y les ayude a ponerse al día. Cuando empiecen a mejorar, ¡su autoestima se disparará!



Hay niños que tienen una alta autoestima pero, de repente, ocurre algo que lo cambia todo. Por ejemplo:
Si un niño se muda de casa y no hace amigos inmediatamente en la nueva escuela, podría empezar a sentirse mal.
Un niño también puede ver su autoestima afectada tras el divorcio de sus padres. Puede sentirse poco querido(a) o culpable del divorcio.
Un niño que piensa que está demasiado gordo o delgado puede empezar a creer que eso significa que no es lo suficientemente bueno.
Los cambios corporales de la pubertad ―algo por lo que todo el mundo pasa― puede afectar a la autoestima de un niño.

Elevando tu autoestima

Claro que es normal tener altibajos emocionales, pero no es bueno tener baja autoestima. Sentir que no eres importante puede entristecerte e impedir que pruebes cosas nuevas. Puede impedir que hagas amigos o perjudicar a tu rendimiento escolar. Tener una sólida autoestima también es una parte importante del crecimiento. Cuando creces y tienes que tomar decisiones difíciles ―especialmente por presión social― cuanta más autoestima tengas, mejor. Es importante que sepas lo que vales.
Si crees que tienes baja autoestima, intenta hablar de ello con un adulto en quien confíes. Quizás pueda ayudarte a buscar formas de elevar tu autoestima.
Mientras tanto, aquí te damos algunos consejos para elevar tu autoestima:
Haz una lista de las cosas que se te dan bien. Puede ser dibujar o cantar, practicar un deporte o contar chistes. Si no sabes qué poner en la lista, pide a tus padres que te ayuden. Luego, añade algunas cosas que te gustaría hacer bien. Tu mamá o papá pueden ayudarte a buscar una forma de desarrollar estas habilidades o talentos.
Elógiate tres veces al día. No digas sólo: "Soy genial." Sé específico, como: "Hoy fui muy buena amiga con Jill" o "El examen me salió mejor de lo que pensaba." Cuando estés haciendo esto, todas las noches antes de ir a dormir, enumera tres cosas que te hayan hecho realmente feliz ese día.
Recuerda que tu cuerpo es tuyo, sin importar qué forma, tamaño o color tenga. Si te preocupa tu peso o talla, puedes ir al médico para asegurarte de que todo está bien. Recuérdate a ti mismo qué partes de tu cuerpo son buenas, como: "Tengo unas piernas fuertes y sé patinar muy bien."
Recuerda que hay cosas de ti mismo que no puedes cambiar. Debes aceptarlas y amarlas (como el color de tu piel y el número de calzado) porque son parte de ti.
Cuando escuches comentarios negativos en tu mente, dite: "Deja de hacerlo". Así le quitarás poder a la voz interior que te desanima.
Si te centras en las cosas buenas que haces y en tus grandes cualidades, aprenderás a amarte y a aceptarte a ti mismo… ¡ingredientes principales para una sólida autoestima! Incluso si aún puedes mejorar (y ¿quién no?), tu autoestima brillará cuando te des cuenta de que eres una persona valiosa e importante.

Aprendamos de qué se trata la Alfabetización Emocional.......

El término "analfabetismo emocional" fue acuñado por Claude Steiner para identificar a las personas que aunque sienten, como todo el mundo, no saben ni qué sienten, ni por qué lo sienten; al contrario que ocurre con el "alfabeto" emocional que sabe qué siente y por qué: su Adulto está en contacto con su Niño Natural y Adaptado y, por tanto, con sus emociones.


Un alfabeto emocional sabe que:
1.- Cada situación de la vida genera un sentimiento que es indicativo para poder analizar esa situación y catalogarla como agradable o desagradable. Con frecuencia las emociones nos previenen de peligros y dificultades. Por tanto las emociones son parte inseparable de la propia vida.
2.- Sentir, tener sentimientos y expresarlos no es una muestra de debilidad cómo frecuentemente se piensa. Las emociones son simplemente una función psicológica del mismo rango que recordar, imaginar, pensar, etc...
3.- Cuando una persona trata de ocultar sus sentimientos, realmente no engaña a nadie. Todos estamos especialmente a la expectativa de las manifestaciones emotivas de los demás, por mínimas que estas sean (gestos, movimientos de cabeza, levantar los hombros, morderse el labio, ruborizarse, temblar la voz, etc,...) y aunque el otro manifieste verbalmente lo contrario.
4.- La expresión auténtica de los sentimientos facilita la comunicación.
5.- Lo que expresamos con los sentimientos es más claro y concreto que una explicación grandiosa sobre el tema. Muchas discusiones estériles con grandes argumentaciones y racionalizaciones se solucionarían con expresar la emoción.
6.- Al confesar cual es el sentimiento ante una situación difícil, facilitamos encontrar una solución adecuada.

Para lograr la alfabetización emocional, Steiner recomendó varios pasos:
1.- Entrenarse en la expresión emocional antes de lanzarse a "tumba abierta".
2.- Expresarlas de acuerdo con la propia personalidad.
3.- Pedir permiso: preparar a nuestro interlocutor en vez de soltar la emoción a bocajarro como lo haría un niño.Así empleamos el Adulto como canal de comunicación. Ejemplo: "quiero que hablemos de un tema que me afecta mucho. ¿Podemos hacerlo ahora?.
4.- Intercambio adecuado de caricias
5.- Confrontación: en sus tres fases:
                                                     A- Descripción objetiva del comportamiento ajeno.
                                                     B- Descripción del sentimiento o proceso interno propio.
                                                     C- Explicación del proceso anterior.
Ejemplo: (A) Observo que te ríes, (B) esto me hace pensar que no me tomas en serio y (C) esta idea me hace sentirme enojado.

También es importante evitar errores frecuentes:
a.- Confundir conductas con la motivación subyacente.
b.- Confundir sentimientos con pensamientos.
c.- Escuchar deficientemente la expresión de emociones y conductas ajenas, tanto verbales como no verbales.

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